
¡Aqui estoy...velando armas!
Cual caballero de la antigua escuela.
Tengo la bici engrasada.
Revisada la mochila.
Y la ropa a punto.
Ahora viene lo más dificil.
Levantarse a las 6 y poco de la mañana no será tarea fácil.
Pero al final, como siempre, la recompensa suplirá con creces todo mi sacrificio.
Mañana será...sin lugar a dudas...otra hermosa aventura.
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