Ya tenía ganas de volver a visitar los restos del poblado íbero del Céllecs.
Pero antes, es de visita obligada el mirador.
Que por cierto, también ha sido reformado con este panel.
Y este banco que está nuevecito.
¡A ver lo que dura así!
Unas vistas estupendas del Vallés
La subida al poblado ya empieza a mostrar que se ha limpiado de la vegetación que lo cubría por completo.
Y efectivamente.
Ahora si que da gusto caminar por allí y observar las labores de reconstrucción que se están haciendo.
Y con el día tan soleado que hizo el Día de Reyes...era un placer pasear y observar tranquilamente.
Habitáculos bien definidos y reestructurados, que muestran la zona amurallada.
Y aunque aún queda bastante por desterrar...la visita merece la pena para todos los amantes de la historia y la arqueología.
¡¡ HASTA LA PRÓXIMA !!
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