Como dice un pasaje de la Biblia: Muchos son los llamados...y pocos los escogidos.
En principio íbamos a ser un grupo bastante numeroso, pero un par de días antes, las excusas fueron apareciendo una tras otra.
Pues nada...ellos se lo perdieron.
Una ruta muy conocida pero que cuando se hace de noche, toma un aspecto totalmente diferente.
Nada más salir, Silvio puso en evidencia que además de tener una suspensión estupenda, su bici también sabe pinchar...jajajaja.
Apeas pudimos observar el eclipse de luna. Una nubes "traicioneras" nos lo estuvieron ocultando en todo el recorrido.
Esté fue el mejor momento que tuvimos para poder verlo.
Sin embargo, como suele pasar, cuando vas sin prisas y con tiempo para observar los pequeños detalles, la noche te abre todo un sin fin de paisajes.
Y también pudimos "disfrutar" de todo un sin fin de pinchazos....jajajaja.
Anoche pudimos poner en práctica nuestra habilidad en reparar tres pinchazos....si....tres pinchazos, en la rueda trasera de Silvio.
Pero nada de eso fue suficiente para apartar nuestra atención sobre el camino. Y por supuesto, disfrutar de una salida nocturna sin el calor que ya viene siendo habitual en estos días.
Por supuesto, terminamos nuestra ruta tomándonos unas buenas birras, pero eso ya os lo contaré otro día. No quiero que sufráis más.
En especial...lo que no vinisteis.
MTB en Segovia: De Revenga a la Fuente de la Reina… y alguna historia más
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Ruinas que susurran, fuentes que recuerdan, cimas que esperan
[image: AlfonsoyAmigos]
A pesar del calor anunciado y de las inevitables ausencias, a...
Hace 1 día
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