BUSCANDO LUGARES SOLITARIOS

Lo bueno de ir solo es que te encuentras cosas como esta:
Un faisán en medio del camino. Lástima que tardé en sacar la cámara de fotos y la poca luz hizo que la foto no quedara bien. Pero bueno...algo si que se ve.

Es difícil encontrar una ruta por donde no haya gente.

O al menos...poca gente.

Más aún cuando todos salimos a la misma hora. 

Aquí se nota que no pasa mucha gente.

Solo hay que ver como está la hierba de crecida.

Cuando llego a los límites de municipio cambio en dirección al Congots.

No vaya ser que algún agente de la autoridad que no tenga nada que hacer, me multe por salirme de la raya topográfica municipal invisible para todos, pero efectiva para recaudar euricos. 

Ya de regreso también hay poca gente por el tramo del río.

Y los que me encuentro, son gente que regresa para Montmeló.

Uséase...que los de Montmeló también se saltan la ley...jajajaja.

Al pasar por el Viena, no dejo de sentir una cierta tristeza.

Parece una casa abandonada.


Por lo visto, aquí no funciona aún el servicio de llevarte la comida a tu casa. O recogerla tú mismo.

Y entre unas cosas y otras, ya se me ha hecho de noche. 

Son más de las 9,30 y va siendo hora de volver al confinamiento.


¡ HASTA LA PRÓXIMA !