Ya que no se puede salir de los límites del municipio, habrá de tirar de imaginación para ir entrenando un poco nuestras oxidadas canillas. Normal después de dos meses sin tocar la bici.
Después de tomar un prudente desayuno, saqué mi bici a la calle con ganas de ensuciarla un poco.
Nunca ha estado tan limpia ni tan bien engrasada.
He desmontado todo lo desmontable y engrasado todo lo engrasable.
Así que iba como una seda.
Y aunque no lo parezca...
¡Este soy yo! jajajajajaja
Hay que tomar precauciones.
Me reúno con Juka, pero en la distancia.
Hay que guardar la distancia aconsejada de seguridad.
Aunque, no hace falta..
siempre me deja atrás, jajajajaja.
Pocas veces los caminos que van por la zona del Colegio M. Montero han estado tan concurridos.
Pero eso si...la gente está concienciada y todo el mundo guarda la distancia de seguridad.
Y los saludos...se hacen en la distancia. ¡Como ha de ser!
Y como no podía ser de otra manera, he visitado mi viña favorita...jajajajaja.
Y sorpresa...ha asistido al nacimiento de mi ramo de uvas que comeré como cada año.
Ánimo uvitas, que os espero.
Continuamos rodando por la ladera de Cuatrecamins.
Y llegados al límite sur de Granollers, descendemos por el bosquecillo hasta la zona de Palau.
Un día estupendo.
Un sol radiante.
Un aire limpio.
Una naturaleza en auge.
Y unos pinchos...que no veas.
Nada más pensar en lo que nos estamos perdiendo por culpa del puñetero virus...me pongo de los nervios.
Pero bueno. Es lo que hay.
Al menos, hoy hemos podido salir un rato para estirar las piernas, tomar el sol y darnos cuenta que las cosas más importantes, a veces, son las más pequeñas.
La fauna del río parece haberse recuperado después de las últimas inundaciones.
¡Me alegro mucho!
Y regresamos por el recinto ferial, habiendo disfrutado de un par de horas de buen día y buena ruta.
Han sido unos 15 km.
Pero de disfrute muy deseado.
Si mañana no tengo agujetas, haré el recorrido por la zona oeste.
¡Hasta la próxima!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Envía tus comentarios: