Un domingo soleado no se puede desperdiciar de ninguna manera.
Así que me dispongo a dar una vuelta, aunque sea corta y sin salir del pueblo, y observo como hay un tramo del recinto ferial que está cortado al tráfico.
Lo que permite que tanto peatones, como ciclistas y todo tipo de actividades deportivas puedan llevarse a cabo respetando las medidas de seguridad y sin peligro de vehículos motorizados.
Algo distinto a lo que se puede observar en el tramo de mercado del domingo.
En donde la distancia de seguridad es algo inexistente.
Pero bueno...yo...a lo mío.
Un recorrido muy relajante y en el que al poco rato ya me sobraba la ropa de abrigo.
Después de encontrarme con colegas de bici y saludarnos en la distancia, regreso a casa.
Conclusión:
Una ruta de un par de horas para desintoxicarse del confinamiento en casa y disfrutar de un sol radiante.
¡¡ HASTA LA PRÓXIMA !!
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